Pensar en las mejores posturas de parto, estando al final de la gestación, es un pensamiento frecuente en una embarazada. ¿Es tu caso?
No se si te has planteado alguna vez las posturas de parto. Si observas otras culturas, verás que existen y se adoptan diferentes posiciones en el momento del parto, tanto en la dilatación como en el momento del expulsivo.
Hoy quiero hablarte de ello en este artículo, realizado en colaboración con la Dra. Estefanía Mora.
Si existen varias posturas de parto, lo primero que te preguntarás es ¿cuál es mejor? La respuesta no es sencilla. La mejor para quien… para el bebé, para el asistente al parto (matrono/a, ginecólogo/a, o para ti como madre que vas a tener un bebé.
Por supuesto, cada pueblo tiene sus «preferencias». Muchas culturas «subsdesarrolladas» adoptan la postura de cuclillas, mientras que zonas occidentales o «desarrolladas» adoptan posturas de tumbada o semitumbada (semi-fowler).
Consideraciones anatómicas clave en las posturas de parto
Las posturas de parto, tienen una gran influencia en la dilatación y fase de expulsivo. Para comprenderlo debo explicarte que la pelvis de la mujer no es rígida.
La pelvis femenina es la estructura principal del llamado canal del parto, es decir, el lugar por donde el bebé sale del útero materno hacia el exterior.
En el canal del parto intervienen huesos: ilíacos, sacro y coxis. Además tenemos diversas articulaciones: Sínfisis del pubis, sacrocoxígea, sacroilíacas.
Estas estructuras de «tus caderas» (sus nombres anatómicos son lo de menos) permiten que en el momento de tú parto, el canal se transforme en una especie de embudo elástico que se irá modificando y adaptando para facilitar la bajada y salida del bebe en el parto.
Comprenderás ahora que adoptar una u otra posición en ese momento, pueda facilitar o dificultar la dilatación y expulsión del bebé.
¿Cuáles son las diferentes posturas de parto?
Para explicarlo de una forma gráfica, las diferentes posturas se pueden agrupar en dos tipos:
- Verticales
- Horizontales.
Entre las posiciones verticales se encuentran el caminar, sentada, de rodillas, cuclillas, etc. Entre las posiciones horizontales que puedes adoptar piensa en estar tumbada, semi-fowler, decúbitos laterales, etc.
¿Cuáles son las ventajas de las posturas de parto?
Como siempre no hay una respuesta absoluta. Actualmente, sabemos que las posturas verticales son «mas idóneas» para el desarrollo del parto.
No obstante, la mayoría de los partos en países desarrollados se realizan en posiciones horizontales. Se le da más valor a otras consideraciones, también importantes.
En esta postura de parto horizontal es más fácil realizar la labor del sanitario asistente, exploraciones ginecológicas, ayuda instrumental del parto, partos con analgesia epidural (los más frecuentes hoy día), monitorización del bebé, menos exigente si estás cansada, etc.
No es el propósito del artículo de hoy entrar en detalles o consideraciones sobre el valor de cada factor, sino simplemente plantearte y que conozcas las ventajas de cada grupo de posiciones en el momento del parto.
Las ventajas de adoptar posiciones verticales durante la fase de dilatación (en mujeres sin epidural) serían:
- La dilatación es mas corta. Tardas unos 80 minutos menos.
- Mayor tasa de partos vaginales normales, y menos partos instrumentales o cesáreas.
- Menor necesidad de analgesia epidural.
Obviamente, en países como el nuestro con una mayoría de partos asistidos ya con anestesia epidural, los datos pueden cambiar. Los trabajos científicos en estos casos nos dicen que las ventajas de la posición vertical son:
- Ligera reducción del número de parto instrumentales y de episiotomías.
- Menos patrones anormales en el registro de la monitorización fetal.
- Dilatación algo más corta (solo escasos minutos menos).
- Similar tasa de cesáreas o de desgarros graves en el momento del parto
Parece que las claras ventajas de la posición vertical en mujeres sin epidural, son menos marcadas en partos de mujeres con epidural. Menos marcadas, pero también existen.
¿Porqué la posición vertical mejora el parto?
- La clara ventaja de la posición vertical en el parto es debida al efecto de la gravedad.
- Al estar de pié, el efecto de la gravedad empuja al bebé hacia la salida del canal del parto.
- La presión favorece la dilatación y las contracciones adecuadas, reduciendo el tiempo de dilatación y aumentando la tasa de partos vaginales.
- Por otro lado, en esta posición se disminuye la compresión de los grandes vasos sanguíneos abdominales y permite que le llegue más sangre al bebé en estos momentos tan importantes.
- Permite un mayor aumento de los diámetros de la pelvis. Recuerda que la pelvis en el parto no es rígida. Las articulaciones del canal del parto favorecen la elasticidad y capacidad de adaptación necesarias para el paso del bebé.
- Las posiciones verticales que más favorecen el parto serían: de pie, sentada en balón grande, de rodillas o cuadrupedia (cuatro patas).
Consideraciones finales sobre las posturas de parto.
La mujer debe adoptar durante el parto la posición que le sea más cómoda. Por ello, habla con tu matrona/o sobre tus preferencias.
Las posturas horizontales son más descansadas para embarazada, mas cómodas para el asistente al parto, para la monitorización y para la utilización de la anestesia epidural.
En los casos en los que se emplea la epidural a dosis bajas, la paciente puede adoptar posturas verticales. Por ello, el uso de la epidural caminando (walking epidural) debería ser una objetivo en todas las maternidades.
Existen ventajas claras cuando en el parto se adoptan posturas verticales.
Con epidural puesta, las posiciones verticales también tienen ventajas si bien menos marcadas.
La posición vertical de pié, puede ser físicamente exigente, pero otras como estar sentada sobre un gran balón o en cuadrupedia, permiten una gran movilidad de la pelvis y favorecen el parto.
¿Y tú, qué postura prefieres?