¿Por qué cesárea?.Te pasas los nueve meses del embarazo pensando en cómo será el parto.
Al final de la gestación o en el parto…¿por qué cesárea depués de todo?. A veces, finalmente tu ginecólogo te la indica y mi consejo es que tengas las dos posibilidades claras. Veamos las indicaciones para hacer una cesárea.
Tipos de cesáreas
En primer lugar te clasifico las cesáreas según el momento en que se decide hacerla y su mayor o menor urgencia.
1. Cesárea electiva o programada.
Éste es el caso de embarazos en los que tu ginecólogo encuentra un motivo para no dejar que te pongas de parto, bien por razones fetales o por un problema en la madre. Dado que no puedes o debes tener a tu hijo por parto natural, se programa una cesárea.
Estas cesáreas se suelen programar sobre las 39 semanas pero, según las circunstancias de cada embarazada en concreto, las fechas pueden variar:
Se indica cesárea cuando el feto tenga un posición NO cefálica, como en las presentaciones de nalgas o en situación transversa. En algunos centros se puede intentar la versión externa en caso de presentación de nalgas. Finalmente, también puedes solicitar que quieres tener el feto de nalgas por vía vaginal, si bien los riesgos son mayores (y debes firmar el consentimiento informado adecuado).
En fetos grandes, mayores de 4500 gr, en especial si la madre es diabética.
En las placentas previas, es decir, cuando la placenta tapa el orificio de salida del útero.
En enfermedades maternas que contraindiquen un parto vaginal, como una cardiopatía.
En madres con cirugía uterina. Si tienes dos o más cesáreas hechas o si te hemos realizado miomectomías importantes, lo aconsejable es hacer una cesárea programada, para no someter a las cicatrices del útero a la tensión de las contracciones del parto.
Por motivos fetales, como grandes prematuros o malformaciones.
En los casos de gestación gemelar en los que los fetos no están de cabeza, o en los trillizos.
Se incluyen aquí los casos de cesárea por deseo expreso de la madre, frecuentes en medicina privada. Esta indicación, en mi opinión, no se justifica por tener mayores riesgos para ti como madre y para tu hijo. Un parto siempre tiene menos riesgos que una cesárea.
2. Cesárea urgente.
En este grupo incluimos el resto de las cesáreas. En este caso distinguimos:
- Anteparto
- Intraparto
En algunas ocasiones acudes a urgencias por sangrado al final de la gestación o simplemente en las últimas revisiones del embarazo, cuando colocamos la monitorización fetal («correas»), te decimos que hay que terminar de forma inmediata la gestación. Es, afortunadamente, una situación menos frecuente.
La mayoría de las cesáreas se realizan de forma urgente intraparto, bien por no progresar el parto (no dilatas o el bebé no baja por el canal del parto) o bien por riesgo de sufrimiento fetal (riesgo de pérdida del bienestar fetal).
Si te inducimos el parto pero no dilatas, hacemos cesárea por fracaso de inducción. En estos casos, te ponemos un gotero con oxitocina para provocar contracciones. Si tras 10-12 horas de contracciones (y epidural) no dilatas, te hacemos una cesárea. Piensa que, por lo menos, lo habremos intentado.
Indicamos hacer una cesárea ante la no progresión del parto si pasan más de 3-4 horas sin avanzar la dilatación (parto estancado).
Hablamos de desproporción cefalopélvica cuando llegas a dilatación completa y la cabeza del bebé no baja. El tiempo que marcamos para indicar la cesárea depende de varios factores. Se intenta durante más tiempo si eres primípara o tienes la epidural puesta. El tiempo varía, según tu caso, entre 1-3 horas.
En otras ocasiones, el sangrado intenso nos puede hacer sospechar un desprendimiento prematuro de la placenta.
Finalmente, si el registro cardiotocográfico fetal (correas) muestra que tu hijo está en riesgo de sufrimiento, indicamos cesárea urgente. Hoy denominamos a esta indicación «riesgo de pérdida del bienestar fetal».
Estas son las principales indicaciones, pero puede haber otras a juicio del ginecólogo responsable de la conducción de tu parto (prolapso de cordón, sospecha de rotura uterina, embolia, etc).
Por otro lado, las indicaciones pueden variar algo según los protocolos existentes en cada centro hospitalario. Consulta con tu ginecólogo el modo de actuar en tu caso concreto.
Por supuesto, lo más importante es conseguir tener finalmente una madre y un bebé sanos y felices, y no «porqué cesárea».
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