La mamografía es una prueba diagnóstica que realizan la mayoría de la mujeres y permite reducir la mortalidad por cáncer de mama hasta en un 30%. ¿Entiendes sus resultados?
Miles de mujeres como tu hacen mamografías. Es frecuente que si recibes los resultados no comprendas o no sepas interpretarlos. En realidad las pruebas médicas, y sus resultados, deben ser interpretados por tu médico o ginecólogo. El aconsejará cuál es la mejor opción a seguir en función de dichos resultados.
No obstante, hoy pretendo mostrarte como interpretar los resultados de tu mamografía de forma forma sencilla y práctica.
Todas las mamografía se clasifican según sistema denominado BI-RADS, acrónimo de la clasificación del Colegio Americano de Radiológos, y aceptado por toda la población médica mundial como el mejor sistema de clasificación. Se trata de que todos «hablemos el mismo idioma».
Si ves un informe de una mamografía, al final, en las conclusiones diagnósticas pone que … «los hallazgos con compatibles con … BI-RADS 2″ (por ejemplo) .
Hoy te voy explicar dicha clasificación. Veamos.
¿Qué significa BI-RADS?
Como te he comentado, son las siglas de un sistema de clasificación sobre lo que observamos en la placa de la radiografía que te realizamos en la mama.
Lo ha protocolizado el Colegio Americano de Radiólogos y corresponden a las siglas en ingles de Breast Imaging Reporting and Data System. Se trata simplemente de clasificar lo que vemos en la mamografía, con una intención pronóstica. Cuanto más alto es el índice en el cual se clasifica el resultado de la mamografía, mayor es la probabilidad de que se trate de un cáncer y viceversa.
¿Es útil hacer mamografías?
La realización de la mamografía y su utilidad están ampliamente aceptadas. Hoy día en países desarrollados se realizan mamografías sistemáticas a toda la población en las edades de mayor riesgo.
La realización de mamografías bianuales entre los 50 y 70 años junto con la exploración clínica de la mama en la revisión ginecológica ha permitido reducir en un 25-30% la mortalidad por cáncer de mama. Las cifras, los beneficios, son enormes. Pero es que además contribuye a que la mayoría conserve la mama tras el tratamiento, al favorecer el diagnóstico precoz (en estadíos iniciales).
¿Qué factores influyen en la capacidad diagnóstica de la mamografía?
La respuesta sería multiple.
La capacidad de diagnóstico depende de la edad de la paciente. En mujeres jóvenes el riesgo de cáncer de mama es menor y además la capacidad diagnóstica de la radiografía (de la mamografía) es menor. La mama en una mujer joven es más densa y más difícil la interpretación correcta de la mamografía.
Los mejores resultados se obtienen cuando se realizan entre los 45-50 y los 65-70 años.
En segundo lugar los controles de calidad. Hoy día se aconseja el método de doble lectura. Es decir, dos radiólogos por separado interpretan los resultados de la placa radiográfica y emiten su informe por separado y de forma independiente. Con ello, la fiabilidad es aún mayor.
Finalmente, la calidad de los aparatos utilizados aumenta con los avances científicos. Hoy las imágenes mamográficas son de muy alta calidad.
La técnica de realización está muy estandarizada. Por ponerte un ejemplo te hablo de la compresión de la mama para tomar la radiografía. En ocasiones me preguntáis… ¿porqué aplastan la mama?… La respuesta es ésta. La compresión de mama, aumenta la calidad y nitidez de la imagen.
Es cierto que existen voces críticas con el cribado que se realiza a toda la población (mamografías bianuales de los 50 a los 69 años). Algunas mujeres realizan el cribado de forma anual (sin tener factores de riesgo específico de cáncer de mama), provocando una radiación excesiva de la glándula mamaria.
En otras ocasiones puede llevar a lo que llamamos sobretratamiento. Significa que puede que tengas que someterse a una mayor frecuencia de pruebas o biopsias innecesarias.
Finalmente, quiero que entiendas que se trata de una prueba diagnóstica, y cómo tal puede dar resultados falsos positivos y negativos.
En cualquier caso, el cribado a toda la población supone menos muertes y menos tratamiento agresivos por cáncer de mama.
Clasificación BI-RADS
Todas las mamagrafías se clasifican en un número del 1 al 6. Veamos qué significa cada uno y su utilidad práctica.
BI-RADS O.
Valoración incompleta. Indica que no puede el radiólogo emitir un informe. Necesita ver placas anteriores para comparar, o repetir la placa (con más compresión o de una zona concreta, por ejemplo) o utilizar otras técnicas diagnósticas.
BI-RADS 1.
Estudio normal. Es uno de los resultados más frecuentes. La paciente se orienta a seguir con su cribado normal. No hay que hacer nada más, pues las mamas no tienen alteraciones radiográficas.
BI-RADS 2.
Hallazgos benignos. Es también muy frecuente. La gran mayoría de las mamografías se clasifican en 1 y 2. Existen pequeñas alteraciones o hallazgos, pero son cambios benignos y no requieren mayor atención. De hecho el seguimiento es el habitual para la edad y factores de riesgo de la paciente.
El origen puede ser un pequeño fibroadenoma de mama, presencia de ganglios, etc.
No hay que hacer nada, simplemente el radiólogo lo describe, pero es una mama normal.
BI-RADS 3.
Hallazgo probablemente benigno. En este caso, son hallazgos o alteraciones que difícilmente representan malignidad (inferior a los 2%).
No requiere hacer biopsia, pero sí tener un control más estrecho. Es decir, se repite el estudio mamográfico en unos 6 meses para ver si hay algún cambio. Este sistema, evita multitud de biopsias innecesarias.
BI-RADS 4.
Hallazgo sospechoso de malignidad. En este caso, y dado el riesgo de ser una lesión maligna, requiere hacer biopsia en todos los casos.
BI-RADS 5.
Hallazgo altamente sospechoso de malignidad. El riesgo de cáncer se estima en mas del 95%. La biopsia es obligada, por supuesto.
BI-RADS 6.
Se trata de los hallazgos, que ya han sido confirmados por biopsia y diagnosticados de cáncer.
Tras ver la clasificación puedes entender rápidamente su utilidad. No dejes de hacerte mamografías cada dos años entre los 50 y 70 años.
En caso de tener antecedentes familiares o factores de riesgo, coméntalo con tu ginecólogo para modificar el patrón, bien iniciando las mamografía a los 35-40 años o con realización anual.