La salida de líquido del pezón es síntoma de una patología benigna de la mama en la mayoría de los casos. Veamos qué debes hacer.
En ocasiones puedes notar que una pequeña gota de líquido sale por el pezón, bien de forma espontánea o con ligera presión. Es relativamente frecuente y puede aparecer hasta en el 1-2% de las mujeres.
En primer lugar quiero transmitirte que en la mayoría de los casos, más del 95%, se debe a una patología benigna.
La edad de mayor frecuencia de aparición de la telorrea, derrame o secreción mamaria (salida de líquido del pezón), es en mujeres jóvenes de entre 25 y 50 años. Como ves tiene varias formas denominaciones.
¿Qué puede causar la salida de líquido del pezón?
En primer lugar debemos distinguir dos tipos:
- Derrames
- Procesos inflamatorios (infecciosos) de los conductos galactóforos (llevan la leche desde la glándula mamaria hasta el pezón). Se tratan con antibióticos.
En el derrame, te sale líquido por el pezón. No distinguimos si es normal o no. Por ejemplo, si estas lactando, sale leche. Es el derrame más frecuente en la mama.
En ocasiones, la salida leche no está relacionada con el embarazo. Se denomina galactorrea y consiste en la salida de líquido lechoso fuera del embarazo o lactancia.
Fuera del embarazo/lactancia cualquier telorrea o derrame por el pezón debe ser consultado para su estudio.
¿Qué debo contarle al ginecólogo si tengo un derrame mamario?
En primer lugar, el tipo o aspecto de la secreción. Si es sanguinolenta, serosa, cremosa o lechosa. Cada tipo de secreción puede orientar sobre el origen.
No necesariamente tiene que significar que portas un tumor maligno. Piensa que solo un 5% de los cánceres manifiestan inicialmente como un derrame mamario. Es decir, es poco frecuente que un cáncer debute con un derrame por el pezón.
Es importante determinar, si la secreción aparece en el pezon o a través de las glándulas existentes en la areola.
Conviene fijarse si la secreción sale desde uno de los orificios de un pezón o si procede desde todos los orificios de ambos pezones. En este ultimo caso, el origen puede ser hormonal (por ejemplo, un aumento en la secreción de prolactina, hormonas de la leche).
Si la secreción es espontánea o provocada puede ser un dato interesante. En caso de ser provocada, conviene averiguar desde qué zona de la mama se produce la secreción.
En ocasiones los derrames no inflamatorios pueden ser provocados por la existencia de tumores, benignos o malignos, que afectan a los conductos de la mama (Papilomas, cánceres, etc).
¿Cómo se diagnostica el origen, si notas salida de líquido del pezón?
Por supuesto, si una mañana notas salida de líquido del pezón debes consultarlo con tu médico o ginecólogo. Al hacer la historia clínica e investigar sobre las cuestiones anteriores, ya puede hacerse una idea de la situación. El aspecto, la localización de la secreción, si afecta a una o ambas mamas, etc. son cuestiones importantes para determinar si el origen es funcional (hormonal), inflamatorio o tumoral.
En segundo lugar, la exploración puede determinar si existe retracción del pezón (típica de las causas infecciosas crónicas como la ectasia ducal o o galactoritis). Así cómo descartar la existencia de tumoraciones sospechosas.
Se puede tomar una muestra de la secreción y hacer un estudio citológico o microbiológico (si se sospecha un origen infeccioso).
Por supuesto, con la mamografía podemos descartar la existencia de procesos malignos.
En ocasiones podemos hacer otras pruebas como: una galactografía (poner contraste radiológico dentro de los conductos de mama y tirar luego una mamografía, ductoscopia (una microendoscopia por los conductos del pezón), o una resonancia magnética.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
La conducta ante una salida de líquido del pezón, dependerá de su origen. Si la salida es de contenido lechoso por una hiperprolactinemia (exceso de hormona de la leche), el tratamiento es farmacológico.
En caso de tener su origen en un papiloma intraductal (pequeño tumor benigno dentro de los conductos), la cirugía con extirpación de la zona afectada puede ser la solución.
En caso de tener un origen maligno, la extirpación del tumor (con o sin radioterapia y quimioterapia) es la solución.
Finalmente, si tras hacerte todas las pruebas y cultivos de la secreción, determinamos que el origen es infeccioso, el tratamiento correcto se realizará con antibióticos.