Me programan una inducción del parto. ¿Cuáles son las indicaciones y métodos que empleamos?
¿Qué es la inducción del parto?
Es la forma de hacer que te «pongas de parto«. Lo ideal es que el inicio del parto sea espontáneo, pero en algunas circunstancias (por interés fetal o por interés materno), nos vemos en la necesidad de provocártelo.
Actualmente, al 20-30% de las embarazadas se les provoca el parto por diferentes motivos. Estas cifras son aún mayores en centros sanitarios privados. Según la OMS, la cifra ideal debería reducirse a niveles próximos al 10%. Es impensable que tantos embarazos estén en riesgo y necesiten inducción.
¿Cuándo se debe inducir el parto?
Las razones son diferentes, y básicamente las agrupamos en dos:
- Interés materno
- Interés fetal
Es verdad que a veces se programa la inducción del parto por intereses distintos. Te comento el caso del llamado «parto a fecha fija», es decir, que el médico y la paciente se ponen de acuerdo por conveniencia. Aunque tu ginecologo te lo proponga, es poco recomendable inducir el parto sin una causa justificada.
En alguna ocasión, en pacientes que viven en zonas alejadas de un centro hospitalario, puede también estar indicado provocar o inducir el parto.
El parto provocado o de inicio inducido tiene más riesgos y complicaciones que el de inicio espontáneo. A modo de ejemplo te digo que el 30% de los partos inducidos terminan en una cesárea. La tasa de partos instrumentales o el riesgo de infección uterina también es mayor.
Interés materno:
Las razones son varias y no tiene sentido enumerarlas todas. Las más frecuentes pueden ser la hipertensión en el embarazo, diabetes o cualquier enfermedad materna que aconseje finalizar la gestación en un determinado momento.
Interés fetal:
En este grupo están la mayoría de las causas de inducción:
- Rotura prematura de membranas de más de 24 horas.
- Retraso de crecimiento intrauterino.
- Sospecha de infección en el líquido amniótico (corioamnionitis).
- Embarazo prolongado (más de 41-42 semanas).
- Disminución de líquido amniótico en la bolsa (oligoamnios).
- Muerte fetal intraútero.
- Feto con malformación o enfermedad que obligue a terminar la gestación.
- Otros.
Las razones para terminar tu gestación pueden ser múltiples. Lo importante es eso, tener una buena razón y explicártela claramente.
¿Cuándo está contraindicada la inducción del parto?
Existen varios casos:
- Placenta previa (placenta por delante de la cabeza del feto).
- Feto mal colocado, es decir, cuando no está cabeza abajo.
- Cordón umbilical por delante de la cabeza.
- Infección activa de Herpes genital.
- Antecedente de cirugía previa en el útero como algunos tipos de miomectomía (quitar miomas). No se incluye el hecho de tener una cesárea anterior.
- Sospecha de desproporción cefalo pélvica. Es decir, si tu feto es grande y se sospecha que no podría nacer por vía vaginal.
- Cualquier otra circunstancia que, a juicio de tu ginecólogo y en tu caso concreto, aconseje que es mejor hacer una cesárea.
¿Qué es la maduración cervical?
Te resumo las actuaciones hasta ahora:
- Indicación de terminar la gestación.
- Elección de la vía del parto, vaginal o por cesárea.
Decidida la terminación de tu gestación por vía vaginal, y descartadas las contraindicaciones vistas antes, te exploramos.
Mediante el tacto del cuello del útero tu ginecólogo valora el grado de maduración cervical. Existe una escala y se le asigna una puntuación. Se llama test de Bishop.
El test de Bishop valora las características del cuello del útero: consistencia, longitud, dilatación y posición dentro de la vagina. Valorando estos parámetros, te decimos si el cuello es «favorable o maduro».
El interés de esta valoración inicial del grado de madurez es clara. Si el cuello del útero es favorable, la inducción del parto tendrá éxito en la gran mayoría de los casos.
Por el contrario, si el cuello está duro, cerrado, largo y en situación posterior, tienes altas posibilidades de fracaso en la inducción del parto y terminar en una cesárea (en más del 40-50% de los casos).
En estos casos de cuellos desfavorables (test de bishops bajos) indicamos la maduración cervical con medicamentos durante 24-48 horas antes de la inducción del parto.
El medicamento a usar varía según el centro hospitalario y el país donde te encuentres. En nuestro medio el más usado es un cintilla o esponja con protaglandinas denominada Propess.
Se coloca vía vaginal durante 12 horas y provoca contracciones poco a poco. Si en 24 horas no has iniciado el parto de forma espontánea, se valora nuevamente el cuello del útero. En caso de que el cuello modifique sus condiciones y ya sea favorable, se procede a la inducción del parto. En caso contrario, puede intentarse la colocación de un segundo, y último, Propess.
En algunos centros se emplean otros tipos de medicación en comprimidos (misoprostol) con la misma función. El objetivo es siempre el mismo, ablandar o madurar el cuello del útero para hacerlo más favorable a la inducción del parto.
Por supuesto, estas actuaciones se realizan estando ingresada en el hospital y con controles periódicos del estado del feto.
¿Cómo se hace la inducción del parto?
Decidida la terminación de la gestación pasas a la Sala de dilatación. Se realiza una valoración inicial por el equipo de guardia de paritorio (matrona y ginecólogo) que te van acompañar:
- Revisión de historia clínica y documentos de identificación.
- Firma del consentimiento de inducción del parto, si no lo tenías firmado anteriormente.
- Colocación de suero en vena para poder administrar medicación.
- Comprobación del bienestar fetal mediante el registro cardiotocográfico o «correas».
- Exploración vaginal para valorar el grado de dilatación y madurez del cuello.
- Comprobación de la presentación, es decir, que el feto esté cabeza abajo.
Tras la valoración favorable se inicia la administración de oxitocina. Es lo que habitualmente llamamos el «gotero». Esta medicación hace que poco a poco tengas contracciones, que irán aumentando en intensidad, frecuencia y duración hasta simular a las del parto espontáneo.
Es el momento de solicitar la colocación de catéter espinal para anestesia epidural. Previamente debes tener firmado el consentimiento informado. La anestesia epidural no es obligatoria, pero ten en cuenta que la inducción de un parto suele durar varias horas (de 6 a 12).
Una vez iniciado el parto, el procedimiento de actuación es similar al de un parto espontáneo. Revisa este enlace sobre las fases del parto.
Obviamente, si tras un periodo prudencial (9-12horas) con oxicitocina no dilatas, tendremos que hacer una cesárea.
[…] primer lugar, antes de inducir el parto y sacar a un feto del lecho materno, debemos tener muy claras las indicaciones y la obtención […]